martes, 12 de agosto de 2008

Grupo Demokrática.

Como parte de nuestro compromiso como actores y pensadores en nuestra sociedad, nos dimos a la labor dentro de HJ de crear un grupo que incentive esta faceta, como tal nace Demokrática.

asi pues hemos concentrado parte de nuestros pensamientos, para caldearlos y exponerlos a la sociedad, hemos tratado de integrar los diferentes puntos de vista de cada uno de nosotros y asi con el tiempo trataremos de dar un enfoque mas variable desde la perspectiva de la juventud, sin dejar de la lado la labor especifica que acarrea cada tema abordado.


esperamos con esto aportar nuestro grano de arena a la conciencia nacional y asi como dar a ver al pais, que habemos muchos jovenes con ganas de asumir el reto de opinar, pero de opinar contruyendo, de opinar aportando, sabiendo que la rebeldia y el desacato al orden no es la manera pacifica de hablar, lo cual es unos de los mas altivos valores de nuestro pais.

Inflación: ¿un tema para preocuparse u ocuparse?


“La plata ya no alcanza para nada”, esta es una sensación cada vez más generalizada entre los costarricenses y con la que hemos tenido que aprender a vivir en los últimos años.

Lo que no perciben muchos ticos es que el causante de esta preocupación es un fenómeno económico que provoca un alza generalizada y sostenida de los precios de los bienes y servicios en relación a un ingreso determinado (poder adquisitivo). Este fenómeno es conocido como inflación.

Cifras preocupantes. La inflación es medida en Costa Rica por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), mediante el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el cual es un indicador estadístico que mide los cambios de los precios de un grupo determinado de bienes y servicios que más consumen las familias en el país, en un periodo de tiempo determinado. El IPC posee como base de cálculo julio de 2006, abarca un total de 292 bienes y servicios que representan la canasta básica de consumo de los hogares costarricenses.


Este índice en el 2006 cerró en un 9,43%, para el 2007 alcanzó el 10,81% y en el primer trimestre del 2008, en promedio fue del 11%, con un acumulado a mayo del 2.25%. Estas son cifras para preocuparse.

Como consecuencia con lo que se apuntó anteriormente, la inflación posee diversos efectos, por ejemplo, limita el poder adquisitivo de todas las personas, empresas y Gobierno y, como es de suponer, castiga más a las personas de escasos ingresos. Además genera un elemento de incertidumbre en la toma de decisiones de los agentes económicos, como usted o yo, y en especial de las empresas.

Este fenómeno tienen diversas causas que distan mucho de ser solo monetarias (provocadas por el aumento en la cantidad de dinero en circulación), existen componentes estructurales (educación, hábitos de consumo, etc.), y de inflación importada (alzas internacionales de materias primas), que a su vez repercute en inflación por costos (alza en bienes motivada por las materias primas), entre las principales.

Acciones. ¿Qué podemos hacer? Nosotros como ciudadanos podemos influir en mermar la tendencia de alzas en la inflación, al introducir pequeños cambio en nuestro diario vivir, como ahorrando combustible, luz, enseñando a nuestros hijos a ahorrar hoy para invertir mañana, solicitar préstamos por el monto necesario y preferiblemente que estén orientados a realizar inversiones productivas y evitar los destinados al consumo.

Esta es solo una reflexión que intenta despertar la conciencia de que con el esfuerzo de todos los costarricenses, las autoridades monetarias, los empresarios, y tomando una actitud de ocuparse antes de solo preocuparse del problema, será posible, únicamente así, lograr bajar las tasas de inflación en nuestro país.


Raúl Fonseca Hernández, Economista.


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Satisfacción por labor cumplida



En el servicio público, pese a los tropiezos, hablan los resultados

En los caminos del servicio público y la política podemos encontrar muchos tropiezos, piedritas, pedra- das y un sinfín de obstáculos, que a menudo nos hacen reflexionar si vale la pena seguir participando en política, ocupar cargos en que debemos tomar conciencia que estaremos en el puesto para servir a los estudiantes, en el caso universitario, o al ciudadano, en cualquier otro ambiente.

En mi caso, hice esta reflexión hace ya casi 9 meses, cuando fui secretario de Finanzas del Directorio de Estudiantes de la Universidad Nacional (Deuna), por espacio de un año. Fue un año duro (2006-2007), cursaba el último año del bachillerato en Economía y estaba aprendiendo las responsabilidades del cargo que ocupaba. Aprendí rápido, gracias al antiguo secretario de Finanzas y al presidente de entonces, a quienes considero grandes personas y amigos.

Valor agregado. Después de aprender las labores propias del cargo, tuve la suerte de dar valor añadido a la Secretaría de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional (Feuna): la generación, impulso y coordinación de proyectos dirigidos al beneficio del colectivo universitario y comunitario. En este puesto se conoce dónde están los recursos y cómo usarlos; entonces, ¿por qué no generar proyectos desde la Secretaría e involucrar a otros estudiantes?


Por esta lógica, surgieron proyectos, dentro de los que puedo citar la formulación de “Ayudas en insumos” (dar cuadernos, bonos de copias; es decir, una ayuda a estudiantes que lo necesitasen); se elaboró una propuesta para aumentar, en 1 año, en 40% las ayudas por tiquetes alimentarios que se otorgan a estudiantes pobres, y –el más querido personalmente– “Ayudando a renovar nuestras bibliotecas”, que consistía en hacer partícipes a las asociaciones estudiantiles para donar libros a las bibliotecas de facultades. Este es un beneficio para los estudiantes actuales y también para las futuras generaciones de la UNA y de las otras universidades estatales, que tienen convenios para préstamo de libros entre sus alumnos. Estos proyectos y otras medidas permitieron ejecutar casi el 100% de los recursos del Deuna durante el periodo en mención.

Diferencias y acciones. Pese a la buena labor desarrollada, situaciones académicas y principalmente diferencias ideológicas y acciones de unas pocas personas, que rayaban en la politiquería barata (que tanto criticaban en el actuar del Estado y los poderes públicos), me obligaron a dimitir del cargo.

Hoy, casi 9 meses después, encuentro la respuesta a la reflexión que me hice tiempo atrás, al ver concluir la segunda etapa del proyecto “Ayudando a renovar nuestras bibliotecas”, que dejó unos ¢5 millones en libros actuales, de primera necesidad, al servicio de los universitarios presentes y futuros.

Es de gran orgullo encontrarme personas que agradecen los proyectos impulsados, que reconocen el esfuerzo, dedicación y esmero empeñados y que no tuvieron otra paga más que la satisfacción personal por una labor cumplida


Raúl Fonseca Hernández, Economista, UNA.


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No se trata solo de criticar

Durante mucho tiempo hemos venido escuchando gran cantidad de críticas sobre los grandes problemas que afectan a nuestro país en diversas áreas; parece ser que se está volviendo parte importante en nuestra cultura.

Hasta ahí no hay ningún inconveniente, pues es sano debatir ideas y criticar situaciones.


Sin embargo, la mayoría de los señalamientos que se hacen no vienen ciertamente acompañados de propuestas que permitan una solución alternativa a los hechos; y es aquí precisamente donde se gesta el problema.

Es necesario generar un cambio de mentalidad en los ticos. Este cambio debe darse desde las nuevas generaciones, y por ello desde el grupo de Heredia Joven ha surgido la raíz que hemos llamada “Demokrática”, conformado por jóvenes universitarios (de áreas como Economía, Ciencias Políticas, Derecho, Relaciones Internacionales, Administración de Empresas, entre otras), con el decidido afán de dar nuestro aporte al debate respetuoso de ideas mediante un enfoque propositivo, desde la socialdemocracia, entendida como corriente orientadora de nuestro pensa- miento.

4 mesas de trabajo. Heredia Joven es un conglomerado de jóvenes de la provincia de Heredia que cuenta con cuatro mesas de trabajo bien definidas e interrelacionadas entre sí.

Una primera mesa de trabajo está dedicada a la acción política entendida como el arte en la toma de dediciones para el beneficio del colectivo.

Una segunda mesa de trabajo está abocada a la acción social en beneficio de las personas más desfavorecidas de la sociedad.

Una tercera mesa de trabajo es la dedicada a la capacitación integral del joven (se capacita en la política, superación personal y académica).

Una última la conforma el Grupo Demokrática, expuesto anteriormente.

Los jóvenes no somos el futuro de Costa Rica, somos su presente; decimos que no se vale solo criticar, se deben proponer soluciones.

Tenemos un compromiso con Costa Rica, esta Costa Rica que amamos y que esperamos ver alcanzando el desarrollo y bienestar máximo de sus habitantes a sabiendas que los jóvenes aportamos nuestro grano de arena en dicho proceso.


Brindar un aporte al debate respetuoso de ideas mediante un enfoque propositivo

Guillermo Morales Guzmán y Raúl Fonseca Hernández; Grupo Demokrática.



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